viernes, 8 de junio de 2007


La retórica nos confunde,
nos vuelve falsos,
nos hace mostrar dos caras...

Lo que decimos y lo que queremos decir,
lo que queremos decir y nos callamos...

Nos callamos aunque hablemos,
aunque vomitemos en el papel nuestros fantasmas torurados...
Nos callamos porque hablamos de retórica,
de ídolos falsos,
de palabras vacías en las que no significamos...

Nos callamos porque no decimos para ser entendidos,
nos callamos porque ocultamos...

Porque no tenemos agallas de gritar al viento
los demonios que hacen que en un papel escribamos;
que nos desnudemos tras el biombo de metáforas vacías,
sucios verbos y adjetivos desgastados...

Estoy cansada de tanta retórica,
quiero que alguien me explique su significado:
en mi incompresión sigo esperando
que alguien se atreva a mirarme a la cara
y decir sin medias tintas,
significar sin ocultarlo.

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